La mayor parte de las drogas ilegales se presentan mezcladas con otros componentes (adulterantes).
El objetivo de esta práctica habitual, es conseguir mayor beneficio económico de la venta de la sustancia. Con la misma cantidad, se consiguen más dosis. Estos adulterantes varían según la droga y pueden producir daños difíciles de predecir, incluso más perjudiciales que la propia droga. Algunos de estos adulterantes son: cafeína, lactosa, talco, tiza, yeso, polvos de limpieza, etc.